He cometido muchos errores, pero contigo sé que no me he equivocado. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades, ahora tú me has enseñado a reírme de la vida sin motivos. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera, ahora vivo saltando. He perdonado mucho, hasta que ya no ha hecho falta. He callado te quieros que por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire y he regalado te quieros simplemente por cumplir, pero ahora si no te los digo reviento. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mí, ahora yo dirijo mi mundo. He callado verdades por no hacer daño, pero ahora las verdades no hacen daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. He pasado por fases: he sido una niñata inmadura e insensible, luego una chica encerrada en libertad y luego he intentado ir madurando (algo). Se destrozaban mis metas cada vez que intentaba algo, hasta que me enseñaste a creer en lo imposible. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me he dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel, ahora se quedan cortos mis abrazos contigo. He besado con dulzura. He besado con pasión. Ahora beso con amor. Ha habido días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. Eres precioso. He disfrutado de pequeños detalles y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida. He ido superando obstáculos y luchando contracorriente por alcanzar una meta que pensaba que nunca iba a llegar. Ha llegado el momento de decir que a pesar de todas las cosas que pasen, si tienes al lado a la persona que te hace feliz, todo vale.
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