jueves, 16 de junio de 2011

Felicidad

-No, no derroches alegría, corazón. Guárdala para tiempo peores. Pero el corazón se negará a escuchar, replicará con fuertes bombeos y protestará:
-Si, derrocharé la alegría. La soltaré por los cuatro costados, impregnaré a todo el mundo con las ganas de vivir de quien aún sigue luchando. Haré que cada persona que me rodee sonría, sonría y se sienta feliz. Vendrán tiempos peores, por ello debo ser feliz ahora. ¿No te das cuenta? Si yo dejo de funcionar, si yo me apago, todo se acabará. No dejaré que la felicidad, motor que me mueve, se acabe.
De todas formas… la felicidad no es algo inagotable la felicidad reside en el estado mental. Reside en los sueños, en los pequeños momentos de felicidad, esos que pasan tan rápido que no da tiempo a que nada los estropee. A que nada los vuelva amargos. Solo hay que estar atentos a su llegada, porque tan rápido como vienen… se van. Y no quedará rastro de ellos, tan solo quedarán grabados en tu recuerdo.
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